miércoles, 23 de junio de 2010

Triste niña asomada por un portal, con su carita llorona, te pedía una moneda. Tu pasaba de ella como si nada hubiera ahí. La niña sin nada volvió a casa. Allí su madre la regañaba y le decía “No eres capaz ni de conseguir una moneda, ni siquiera haces el esfuerzo. Hoy te quedas sin cenar” La niña ese día no comió. Los días iban transcurriendo y ella seguía sin una moneda, seguía sin comida… Un día no se despertó cuando la llamo su madre enfadada, esta se acerco y la tiro de la cama, pero seguía sin despertar. Su madre se asusto. La cogió y la empezó a llamar “Hija, ¿hija? Despierta”. Su padre escuchó los gritos y se acerco para ver qué pasaba. Descubrió a su hija tirada en el suelo y a su mujer llorando. No entendía que pasaba, asique, se acerco a su hija y le tomo el pulso. No tenia pulso, ya no latía el pequeño corazón de su hija. Se dirigió a su mujer y le dijo “¿Cuándo fue la última vez que comió?”. La madre no contestó. Estaba pensando cuando fue la última vez que vio a su hija comer, no se acordaba de la última vez que le entrego un plato de comida. Pero recordó que no había traído una simple moneda desde hacía tiempo, temblorosa intento decir “No había traído monedas…”. Él se levanto y dijo “No me puedo creer que no le hubieras dado ni un plato de comida a tu propia hija por no conseguir unas monedas” se dio la vuelta y se fue.

martes, 25 de mayo de 2010









Dicha niña de ojos azules y blanca sonrisa, se valanceaba suavemente sobre un delicado columpio. A sus pies llacía un verde césped, el cual se extendía ilimitadamente, sobre la extensa llanura. Las nubes paseaban sobre el cielo, obserbando a la feliz niña, como caía del columpio y se despedía de esta feliz vida.